El Espíritu de Todopoderoso se manifiesta en cada creyente de forma única y personal. Algunos de los medios por los que puede manifestarse son los siguientes:
Si perfectamente la enumeración de los dones puede variar de unos autores a otros y entre distintas confesiones, existe un amplio consenso en cuanto a su excelencia y magnanimidad.
Según las interpretaciones de la Unicidad de Dios o de los unicitarios, el Espíritu Santo es identificado como el mismo y singular Jehová indestructible, sin embargo que Todopoderoso es Espíritu y es Santo, por lo cual es llamado el Espíritu Santo. Ellos no lo consideran como una fuerza impersonal, como el unitarismo, una entidad Excepto de Dios, como el arrianismo, o una persona espiritual divina y distinta de Altísimo Padre, como el trinitarismo.
Al final del siglo II e inicios del III las reflexiones de los Padres de la Iglesia acerca de la fórmula bautismal que aparece en Mt 28 19-20 y la idea de la preexistencia de Cristo que Pablo afirma en los himnos cristológicos, llevaron a una creciente especulación acerca del Espíritu Santo.
Nosotros podemos encontrar descanso para nuestra alma solamente en Dios. El Espíritu de Dios o Espíritu de Cristo nos da ese descanso o reposo haciendo que cada día sea santo, de descanso del alma, paz y Fruición.
Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!» El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
De esta sinceridad espiritual se habla en muchos pasajes de la Biblia, con las expresiones citadas, sin que se dé una definición única. Esto fue el motivo de una serie de controversias que se produjeron principalmente durante tres periodos históricos: el siglo IV como siglo trinitario por excelencia, las crisis cismáticas de Oriente y Poniente acaecidas entre los siglos IX y XI y, por último, las distintas revisiones doctrinales nacidas de la reforma protestante.
Se necesitan los siguientes factores para ayudar a reforzar nuestra comprensión sobre el bautismo del Espíritu. Primero, 1 Corintios 12:13 dice claramente que todos hemos sido bautizados, y que a todos se nos dio a Tomar de un mismo Espíritu (el hecho de que el Espíritu mora en el creyente). Segundo, en ninguna parte de la Escritura se exhorta a los creyentes a ser bautizados con, en o por el Espíritu, o a despabilarse de alguna modo el bautismo con el get redirected here Espíritu Santo.
Permanecer y obrar en la verdad es el problema esencial para los Apóstoles y para los discípulos de Cristo, desde los primeros primaveras de la Iglesia hasta el final de los tiempos, y es el Espíritu Santo quien hace posible que la verdad acerca de Todopoderoso, del hombre y de su destino, llegue hasta nuestros díTriunfador sin alteraciones.
¿Dónde en la Antiguo testamento retracta Jehová sus promesas con relación al bautismo del Espíritu? ¿Dónde dice la Sagrada escritura que la experiencia del Libro de Los Hechos no es para el día de actualmente? Debemos concluir que la promesa del Espíritu siempre es nuestra hoy en día.
El Espíritu Santo le expone al mundo lo que está admisiblemente y lo que está mal. Esto lo hace a través de los hijos de Altísimo y a través de circunstancias que le muestran a las personas la pobreza de rectificar su camino y volverse al Señor.
El Espíritu Santo desempeña un papel crucial en la relación con Dios. Su presencia en la vida del creyente permite una conexión más profunda, facilitando el entendimiento de las Escrituras y guiando alrededor de una vida que refleja los valores cristianos.
Por supuesto, como hablamos en el capítulo 4, no debemos separar de modo incisivo el bautismo del Espíritu Santo del bautismo en agua puesto que ellos se juntan para completar el nuevo origen y para traer todos los beneficios de salvación.
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